Nuevo libro, ATARI, publicado por Editorial Mental, Montevideo, 2011.
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
LOS DIOSES SON AMANTES DEL SECRETO
NO CREO EN LOS DIOSES HUMANOS
ESTA HISTORIA ES DIFERENTE A LAS DEMÁS
TÁNATOS
Entonces les dije Ven a vivir por debajo del agua pegándole duro al aura mental dando palos en la rueda para ascender al KÖ o eternidad
Para crear una habitación perfecta
Una estructura inmortal
Un ojo virtualmente eterno
Hacía mucho calor Caminaba atravesando la heladera motorizada de los vigilantes Así y todo
escribiendo como un enfermo
publicando mis poemas en editoriales imaginarias inventadas con mi frenillo en la noche a pleno balbuceo
A pleno
Así y todo
Escribiendo ahora me doy cuenta
que debería publicar mis libros en una editorial que se llame Editorial Mental y que mis ideas jamás se aparten de mis manos para que estan seas duras como granito Buenas como el cristal Honestas como una alegoría de lo que significa escribir en el Mercado Editorial Psiquiátrico donde estoy a punto de morir
Donde solo resta una libertad
Donde mi hijo me trae dibujitos y crayolas para que pinte Mi madre también me vestirá por última vez
Podía moverme y hacerme mascota con el tiempo correr la cola de mi dueño adentro de los negocios Tener cuidado de la fumigación o estar blindado a la neutralidad Estar vacío Estar ciego
Aterrizando en otro mundo diferente al anterior comprendí que se llamaba Atari así como tampoco tienen nombre Atari era la plataforma para despegar desde mi casa hacia la vía láctea Solo restar esperar O colocar a mi oponente en situación de Atari Privarle todas las libertades posibles Y para eso es necesario morir de nuevo
LA HABITACIÓN DEL ARQUITECTO
1
La fe es amar a alguien en las tinieblas. Ahí quedaba yo, en la intemperie de la voluntad, donde el frío disminuye la visión de los recuerdos.
Por fuera de las habitaciones está la percepción de la casa,
el irrompible principio de la proximidad. Será por eso que rehúso a pensar en mi vida. Y hasta ahora no habré de hablar de ella.
¿Que son los años ahora? ¿2,...? ¿3? Un gran dibujo, una respuesta en la que no podemos escribir. Una mancha que se convierte en hielo.
Una imagen es la persona de una habitación. Una empuñadura indigente recogida sobre el suelo.
Con el tiempo bailamos. Construimos un suelo por encima de los hombros. Cada palacio es una idea que hemos paseado como quien persigue la imagen de una postal.
2
El día del juicio final no tendrá emisarios en las peatonales. Esto lo necesitan algunos. Los que quieren decidir sobre la conducta de los fieles.
El juez es indiferente. Osiris, Cristo, en ambos casos hay un horror por el género.
Cristo fue juzgado por su padre cuando lo vio nacer. El mismo se juzgó. Vivió haciendo juegos ofensivos, alimentó la esperanza de los indigentes ofreciéndoles vino y peces.
Posaba las manos en la tibia de los inválidos diciendo: “Ven a mi, yo soy el camino.” Así lograba que los enfermos olvidaran sus pesares, al igual que los hambrientos se saciaban. Porque Cristo es Crixto, es decir, el Krisol, el Dios del Sol, el dios de la juventud y la abundancia.
3
El arquitecto puede construir habitaciones, pero luego la habitación construirá una segunda habitación. Hará su propia habitación en la habitación. Ésta presencia, múltiple y fugaz marca el deshalojo de algunos recientes profesionales de la arquitectura moderna.
Su figura se realza en los bosques, donde las posibilidades gozan de gran espesura. Algo diferente ocurre en los desiertos. Éstos marcan la habitación impenetrable, el escenario de arena que amenaza a la habitación construida por el arquitecto, quien trabaja para distanciarse de la sal y el agua.
El desierto resplandece, su amargura continúa. El cielo es la contracara de la arena. La superficie del cielo es oscura, gélida y múltiple, al igual que la de la tierra.
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