CITA CON LA MUERTE
El próximo sábado 27 el poeta chileno Héctor Hernández Montecinos estará presentando su libro “La poesía chilena soy yo” en los talleres de la editorial cartonera, “
Tanto La poesía chilena soy yo como Libro Universal están contenidos como capítulos del libro Coma (Mantra, 2006), ambos han sido publicados en Brasil, Paraguay, México, Perú y Argentina como obras independientes cumpliendo la función de difundir su escritura por Latinoamérica.
La poesía chilena
La poesía chilena soy yo plantea cuatro reescrituras literales o históricas y otra que podríamos denominar ontológica o semiótica. La primera, Simas de
La poesía chilena es un objeto que plantea los problemas de interpretación y significado de un ready-made. Se presenta como una caja negra en cuyo interior contiene un sobre con "tierra del valle central de Chile" y un conjunto de fichas bibliográficas empastadas, autentificadas con el sello de
Una intervención…
En ambos libros, la poesía chilena es vista como la muerte. En el libro de Martinez el autor delimita el tema de la muerte a la invención de la poesía chilena, los cuatro poemas y las cuatro partidas funerarias permiten leer lo que los relatos guardan en el interior del territorio. La caja negra resguarda estos papeles como un sarcófago, o también como la propia muerte de la poesía chilena vagando por las calles de Santiago en 1978. En el libro de Hernández se continúan estos cuatro relatos poéticos y también las cuatro vidas, se reescriben, pero es ahora la propia muerte la que habla sobre ellos: “Soy el hombre solo/ que escribió para no morir todavía/ los diablos azules se reflejan en mi esqueleto de cristal/ y de esa luz se alimentan los gusanos/ La historia de esta letra/ resume la historia de mi caída/ incluso más allá de la muerte.”
En 1978 la muerte era Chile, los poetas fantasmas. La frase de Paul Celan referida al holocausto judío “la muerte es un maestro venido de Alemania” también es citada por Martinez en
En el 2006, cuando salió Coma, no faltaron las voces de queja ante la declaración de “La poesía Chilena soy yo”. Se pensó que Hernández se declaraba como epicentro de la poesía chilena, como un nuevo pionero o “padre” del futuro. Ambas posibilidades, la rabia de los lectores o la supuesta intencionalidad adjudicada a Hernández responden a un plano de existencia solamente posible en el campo cultural chileno. La poesía en chile tiene algo más que tradición o buenos poetas, tiene identidad, un lugar en el relato de la nación, pero no solo eso. Escribir poesía en Chile es incorporarse a un medio endogámico y corporativo que usualmente mira muy poco para afuera. En este sentido la obra de Martinez y la de Hernández comparten la autoconciencia de la poesía como un saber-poder, donde el poeta convive con los muertos de la nación que son los que posibilitan su escritura: “Humildemente pondré mi cabeza/ bajo las manos en alto de la fatalidad/ para que ella sepa quién de los dos/ debe escribir/ Creo en una muerte que no existe/ yo pensé que la vida era más cortita/ Soy gesto/ Soy violencia”
La presentación del libro contará con la presencia del poeta en los talleres de
Publicado originalmente en La Diaria
Comentarios
despues le tiramos bolsitas con menudos de pollo y chimichurri y por ultimo lo vestimos de marinerito y lo atamos al obelisco.
era lo menos que podiamos hacer...
qué tragedia!
es un verdadero mártir cartonero!
Ya mismo llamo al nano fole para que haga un especial de este pobre muchacho.