Placard Budista





voy a estar volviendo como el médano en las cosas
y para más de ser viviente
voy a estar meciendo algo que no tiene pelo
debajo de la almohada cambiando el sexo
adentro del placard budista

el contagio o una cuota de alquiler
me tiene en éxtasis el habla entre las manos

Quisiera inferir el futuro rostro 
no esta mierda chamuscada
de un incendio loco que en verdad no tuve

Lo siento en el pecho
Me late rápido Rápido Es el miedo
que me da a que lo terrible pase inadvertido

Los sueños de placard hacen lobby
son extraños estos dardos proyectivos clavados a la almohada
ofician de cobertor

En las noches de frío se mete en la cama
sin decir hola
y siento sus dedos delgados y largos
fríos metálicos cortantes
su cara omnívora de dientes calurosos

Es duro lo que veo, pero entre las sombras
numerosas edades colapsan

Es el miedo a envejecer?
Es el terror a la muerte?
Qué produce el pánico
haciéndote vivir en los sueños?
Qué te llama en los sueños para que no puedas
cambiar
Ser otra cosa diferente a lo terrible
Abandonar las cicatrices Tu cara incendiada

Es la noche quien te ha esclavizado?
Hay un pacto con la noche
que no asumes
desde el cielo anterior?

El origen es solo una necesidad
Nada sabremos
de los primeros barcos en los que traficaban
remeras cruzadas entre rojo y negro

Ayer me compré un sombrero
idéntico al tuyo Soñé contigo la primera noche que estuve en Guayaquil, era así:


Estos sueños sirven como confidencia
Otra persona en el tiempo asume
la intervención para que uno reconozca lo que ha iniciado

Me gusta que me digas frases al oído
cosas tales como nadie gobierna la noche

En otras es la cima de una manifestación
Una asamblea multitudinaria
donde las personas van a demoler el Palacio Taranco

Me pregunto por qué razón no los sigo pero en realidad
parece que la fuerza de mi cuerpo va al revés
Es decir, la temporalidad del sueño se desarrolla en etapas y yo siento un hilo que suspende mi cabeza hacia otro lugar. Después viene el río que está caliente, con aves que lo vuelven hamaca. En otro lugar hay un leopardo que tiene aspecto de mujer. Yo sé quien es esa persona pero cuando nos enfrentamos me vuelvo ajeno.


Todo empieza en el más allá.

Ahora me pregunto por esa ajenidad. Es una afición, la de cambiar de sitio. Desaparecer para encontrar lo que no está en el cuerpo. Hoy leí que todo lo sagrado
es apenas una porción del cuerpo. Más qué reside en la sacralidad? Qué la vuelve específica, sublime y mágica?



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