La Mujer y la Madre
Yacen al costado de la
luna. El vientre del cielo explora las facetas,
las cavidades.
Recelosa la Madre va al
acecho. Hace tripas sus pies. Se enreda en el cieno. Va a buscar la
leche para sus hijos la madre acecha el suelo, en todo el ser de la
piel del suelo porque hay un sitio en el pecho de la Mujer va el
cielo al acecho lunar.
Una voz de ultramar.
Aparecen las manos en el cielo, al final del ancho océano las manos
de la Mujer sostiene tu miedo. Y es la Madre quien va al acecho.
Persigue tu piel, tu
fuerza.
Y cuando niega su
cuerpo, la Madre vuelve a ser Mujer.
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