GEISERS






La autorealización 
de la realización
...

La autoalienación
de la alienación
...

La autopromoción
de la ilustración
...

El contagio de la acción de contagio

El acuerdo de la acción que conoce


La resustanciación de lo suficiente. Hebras de lerna para adaptar un papiro pulmonar, pulsante. Su frescura es la de la propia mañana. Arranco las hebras de cuajo para tocar su raíz. La costilla abierta del cielo donde la atmósfera te quema.

Haber estado leyéndose para borrarse.
Dejar que la huella sobreviva. Plantar latidos sobre barro caliente.

El ojo de tu choza tampoco respira por la hendidura, se ha evaporado el aire. Con las alturas el aire se va y el vacío se acrecienta.  El enviste te da vueltas,
te saca los órganos, dirime la embolia de lo que has mirado.

Haber estado leyéndose. Superar la educación después del enjuague estomacal. Tomar el camino, perseguirlo hasta perderse. Susurrar palabras como quien lava con espinas su laringe. La cuerda sale del turbante para volver a reptar.

Por esto lamentaré y aullaré, y andaré despojado y desnudo; haré aullido como de chacales, y lamento como de avestruces.  
Miqueas, 1,8.

Haber estado leyéndose: un río congelado donde los viajeros hundidos se derriten por el calor de tu sombra.

Hay que tener los pies calientes para hundirse en el aterrizaje.
Hay que saber congelarse para atravesar el charco.

Tengo pies de marmita pero están molidos. Solo el caminar los afloja. Estoy cocinando lágrimas en mis bronquios. Soy la tierra alta que eyacula. Por mis hombros laten conversaciones que bailan en su fumarola. Tan peligroso es subir a esta hora, y a esta altura.

Veo las edades de la cordillera, los mundos sumergidos, decapitados, muertos de hambre y el volcán allí, precioso, peligroso, aguardando derramar.

¿Será la gente el culto, la admiración a este chorro flagrante, esta erupción que borra huellas y manos del mapa?

La erupción no borra: erige otro mapa: Esa es la felicidad de los indios varones que aprenden a montar.

Las hembras que practican cabalgatas se introducen cuerpos para alcanzar lo desconocido. Su montar es una aurora empanando el ardor para correr y volarse.



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