CONSEJO

En Kiang-ngan hay unas naranjas rojas, muy pequeñas, que el invierno no deseca.
Ello equivale a deciros que en Kiang-ngan la temperatura es muy suave. Pero, como en todas partes, las flores de los melocotones y los cerezos se marchitan.
No vayáis a esa región cuando no tenéis más que una dicha frágil.

La Flauta de Jade, Franz Toussaint

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