Raíz, Gorgón, Ojo del Ángel Sobre Yoga (Ciudad de México, Literal, colección Limón partido, 2011) de José Manuel Barrios (Montevideo, 1983). Por Mara Pastor


Detalle de la foto, Mara Pastor y José Manuel Barrios durante la presentación de Yoga en la feria del libro del Zocalo, Ciudad de México, 16/10/11.

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Yoga, de José Manuel Barrios (Uruguay, 1983), es el primer volumen de una saga de cinco libros titulada Telos/Virga. Uno de los vórtices de este hermoso proceso poético, cuya publicación celebramos en la colección Limón Partido, está inspirado en los textos védicos, previos al hinduismo. De ahí el título de este primer volumen, Yoga, del sánscrito yuj, que significa raíz, y que también refiere a la práctica espiritual y física que según la mitología védica fue revelada a los hombres por el dios Krisna. En el Bhagavad Gita, poema sagrado del hinduismo, que forma parte del texto épico Majábharata (posiblemente del siglo III a. C.), Krisna, en conversación con el guerrero Arjuna, afirma que el conocimiento de la práctica del yoga llega a la humanidad en el principio de su existencia. El primer pasaje, puerta al libro de Barrios, proviene de este poema.  Así pues, estamos ante una revelación que es al mismo tiempo, según el libro “un proceso de naturaleza emotiva”, pues ¿qué es el poema, lo poético, el libro, la obra, el estilo de vida sino un estado de naturaleza emotiva? Las obras poéticas, todas sus partes, aquí múltiples, siamesas, rizómaticas, hablan de unas maneras de percibir la existencia. Como decía el poeta Che Melendes, “en este gran mejunje se da el primer gran hermoso problema de la poesía, su indefinición”. Es por esto que Yoga es un libro del conocimiento, una saga o tratado sobre como la acción poética es también una forma de lectura. Leer, o al menos la forma de leer que propone el poeta, es captar la huella que nos habla de lo sensible, que nos habla sobre cómo el lenguaje se relaciona con las estructuras del espacio-tiempo y la historia.
“…las supuestas experiencias destinadas a probar la inmovilidad de la Tierra están desprovistas de todo valor”
Una noósfera, anillos entrelazados con clima propio. Decir el acontecimiento y no la esencia, parafraseando las Mil mesetas de Deleuze y Guattari. Esto también es Yoga, planetas en movimiento dentro de una galaxia. Una noósfera como concepción del disenso y en su envés del universo. Por esto Yoga se apropia de los términos y los vacía de contenido para resignificarlos (Ku-Klux-Klan, por ejemplo, que es el tercer ojo, la luz y el nombre de una sociedad demoníaca). Porque un nombre es siempre el equilibrio frágil entre lo conocido y lo desconocido, entre lo que existe y lo que podría llegar a existir. Es por esto que la cosmogonía en Yoga es también potencia de acontecimiento: “…cuando seamos gorgones, cuando lleguemos al estadio humilde de la generación inmortal”.
“Es un reanimador, un potenciador de ojos, filosofía fantástica”
Desterritorializar, desplazar al creador (con ello al lector) de los lugares de confort: de aquí una praxis. Yoga es “filosofía fantástica”, sobre los modos en que el conocimiento ha pensado la relación entre arte y verdad. El libro se ubica en el territorio de la ajenidad para explorar los múltiples acercamientos a este problema. Durante la saga aparecen varias figuras y espectros  que encarnan las distintas teleologías (Maestros, clowns) como el pasaje de La saga de virga, en donde los protagonistas se disgregan después de que Manv (el Arjuna encarnado) se va detrás de un eco y estas figuras no saben cómo reaccionar al respecto. Me gusta leer este pasaje como si lo visto por los personajes desplazara al acto que lo origina y presenta encarnaciones de lo que la poesía “es”. Se describe lo visto: “Saben que Manv se fue detrás de un eco pero ignoran qué dirección tomar. Finalmente se disgregan. Hermana Leiva ve detrás del árbol un reino. Alx ve un país sin lengua pero con habla. Sr. de Ávila ve un campo repleto de flores. Ney ve un teatro”. Lo visto habla sobre distintos acercamientos a un evento. El arte es imitación de la verdad en la acción (Manv persigue a eco); el arte es la verdad (Hermana Leiva ve en el conocimiento (árbol), la dicha (el reino); el arte es la conexión entre el logos y la voz del animal político (la enunciación en Alx); el arte no tiene la responsabilidad de dar cuenta de la verdad (Sr. De Ávila ve sin consecuencias); todos los elementos de un artificio en el espacio construyen la verdad, (Ney es el espectador de su relato).
 “Los ángeles se postraron ante el infinito y vieron una luz que los segó e hipnotizó en su órbita”
Dice Alain Badiou en El siglo que el verdadero artista “reinventa en cada oportunidad una idea original de lo infinito real, aunque pocas veces sea explícita”. Esto equivale a tomar lo infinito “como si no fuera otra cosa que lo finito mismo, dado que se lo piensa, no en su finitud objetiva, sino en el acto del cual resulta.” Es según explica, una forma finita que habla sobre “lo infinito del que el arte es capaz.” Lo ángeles en Yoga, son, como lo infinito, aquello que “no se captura en la forma, transita por ella”. En la serie que comienza con el §258, Vacuis en preparación del desapego/ [infinito sea Dios e infinitesimal su nombre] , se piensa en combinación lo infinitesimal de los ángeles y la finitud de los escritores.  “Piensa en los ángeles pero no caigas en la redención”, lee el §260. “La mortandad en nuestros escritores  más jóvenes se debe a la desconfianza en su propia vida”, comienza el §261. Se dice del  joven escritor que “maravillado con su poema miró el techo de su habitación  e hinchó el plexo con la excitación de una vagina acariciada.” Mientras que del ángel continúa diciendo: “Un ángel sólo siente su caída”, y su canto “es un hecho de la oscuridad”. El canto del ángel como hecho de la oscuridad se puede pensar junto con la primera mención de la luz que hipnotiza los ángeles en su órbita. El ángel de Barrios busca el silencio contemplativo, la oscuridad síquica que permite que las palabras describan lo inefable, como el alma en un poema místico, como un truco de magia cósmica bien hecho, como un ángel doble bufón de su alma. El arte intenta transitar la forma (dar cuenta ) como los ángeles. De ahí que también se plantee la idea de la vida como teatro continúo, acto en que una máscara devela otra, y así continuamente, hasta la muerte. El afán del arte es, por ende, pensando en el Bardo Thodol, libro tibetano de los muertos citado en el pasaje §206, llegar a “la visión penetrante” en la que la muerte deja de ser.


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Textos

Las criaturas se han ido lejos, debo recuperarlas
MANUAL PARA  LA CREACIÓN DE CIERTAS CRIATURAS
§16.
Se acostumbraba empezar por el cráneo, dejar afuera cierta clase de hechos hasta que caminase. Después jugábamos a dar la vuelta entera y vencer. Los presagios resultaban amenazadores y próximos. Eran MAYA. Es verdad que no conseguimos adiestrar el valor y que nuestros padres se acostaron en el mismo lecho. Nuestros abuelos fueron consecuentes al reconocer que esperaban la herida del otro. Entendimos el enfrentamiento como una conducta normal de los dos.
§17.
Tanto Ney como Hermana dijeron No, solo quedó el trono de Alx, al que ninguno de nosotros debía acercarse. Lo primero en salir  fue una compulsión diferida entre  la tela, por dentro de los cartílagos, con los que podíamos volar y hacer grandes cosas.  Hermana subía a los montes y fortalecía las piernas del reino. En estos casos Sr. de Ávilaencontraba apropiado ramas para devolvernos uno a uno. Entre sus manos había una separación discreta acostada con un dedo encima del otro. Y los arrugaba. Los seleccionaba. Los ponía en órbita sobre el paraíso.
§18.
Cuando Ney apareció con su primer libro  los Clown lo vieron y juraron su muerte. Una hoja versaba sobre las actividades mas usuales de estos grupos y se extendía acerca del éxtasis Core, el Dios de los Clowns. Ney comenzó su libro dibujando una figura de pájaro abrigado con chaqueta de cuero, la noche escribía sobre sus amigos.
El corazón era uno de los tejidos que tardaba más en secar. Era necesario enroscar algodón liso y tejerlo hasta encarcelarlo en una caja de vidrio. Un enorme corazón suspendido del suelo, colgando de la base externa de la mampara, tirante como el sol. Hermana Leiva se había enterado de estos trabajos en una tarde  justa, al salir de sus sesiones de conocimiento propio.
§19.
Entonces se acostumbraba seguir con el cráneo. Lo pulimos hasta dejarlo seco como una segunda luna. Un carozo. Cuidadosamente inspeccionamos los ovarios minados de tumores, coágulos y armas. Por allí se trafica toda clase de maldad. Gestos sorpresivos que después de un tiempo quedan congelados. Las durezas se convirtieron en observatorios para vigilar la supremacía y el avance de armamento. Estaba asombrado en la velocidad con la que se decía lo que necesitábamos oír.
20.
Verificamos el desarme automático a razón de los imprevistos que construyen nuestra historia. Agarrando el corazón podemos desactivarla aún más ligero que enlazando los cables a y b. Con aquellos que no tienen corazón se deberá lavar el estómago para recuperarlo. Las medidas son múltiples y pueden variar dependiendo del lugar y el tiempo pero debe evitarse la hemorragia porque la propagación del virus puede infectar a toda nuestra nación.
§21.
No es posible recuperar los cuerpos  alquilados.
Aquellos a quienes el apetito sexual le es indiferente podrán consagrarse al mal con toda devoción y frescura. De ellos depende el
despertar de un siglo.




§266.
Vacuis en preparación del desapego
  [infinito sea Dios e infinitesimal su nombre]
§267.
Sobre la delicada cuestión de la naturaleza demoníaca en espectros sutiles diremos que los ángeles que optaron por morir ya no existen como tales, y los que optaron por vivir cambiaron de forma y lugar.
§268.
Piensa en los ángeles pero no caigas en la redención.

§269.
La mortandad en nuestros escritores  más jóvenes se debe a la desconfianza en su propia vida. Imposibilitados de continuar un movimiento ajeno recurren a la divinidad buscando la comulgación. Máquina Dios lavó su rostro.
§270.
Un joven escritor  maravillado con su poema miró el techo de su habitación  e hinchó el plexo con la excitación de una vagina acariciada.
§271.
Pidió y convocó trasladando el lenguaje a la región portal de la cabeza, entre la mitad superior de la frente [Estrella de David] y  la mitad superior de la nuca [Corona].
§272.
Un ángel sólo siente su caída.
§273.
El canto de los ángeles es un hecho de la oscuridad.

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