La mano enconcovada.
el mundo no es comunicacion
el mundo no es comunicable
el mundo es un masticable de 2 pesos
mis palabras no las pronuncio
(el Beto escapa de las posiblidades)
la estructura te gobierna
eres parte de la estructura
tu te gobiernas
a es distinto de a
para formularlo tengo que no formularlo
mi mama me queria mucho
AHORA AHORA AHORA
tus ojos no me dicen nada
me imantan me apegan me hacen posible
tus gestos ocupan los sonidos perceptibles
mi brazo indiscriminadamente tiende hacia ti
AHORA AHORA AHORa
morimos en este momento
muero con nuestras palabras
prestidigitador intento otra embestida
sabremos de no saber
asentiremos lo contraintuitivo
reiremos
no fue suficiente
LO DIJO EL SABIO: buenas noches
el mundo no es comunicable
el mundo es un masticable de 2 pesos
mis palabras no las pronuncio
(el Beto escapa de las posiblidades)
la estructura te gobierna
eres parte de la estructura
tu te gobiernas
a es distinto de a
para formularlo tengo que no formularlo
mi mama me queria mucho
AHORA AHORA AHORA
tus ojos no me dicen nada
me imantan me apegan me hacen posible
tus gestos ocupan los sonidos perceptibles
mi brazo indiscriminadamente tiende hacia ti
AHORA AHORA AHORa
morimos en este momento
muero con nuestras palabras
prestidigitador intento otra embestida
sabremos de no saber
asentiremos lo contraintuitivo
reiremos
no fue suficiente
LO DIJO EL SABIO: buenas noches
Comentarios
acaba de cortar una cuerda en algún lugar del universo. en ese lugar justo donde a = a (o sea, desato un pedazo de universo. bien por usted)
Todo afán de pensar nos suena pretensioso.
Nuestros comentarios nunca son A o -A, siempre son B, lastimosamente B. ¿Porque? En realidad no nos interesa el cosmos, menos el universo, y para nada la tierra. Solo señalar: "Vos dijiste A, vos dijiste A, pero tendrías que haber dicho Z" Me gustaría que mis pares no se comportasen como comentaristas de futbol, que antes de analizar como jugaron los once titulares questionan porque jugaron esos y no otros once. Shalom.
pd- El auxiliar Contable 1267 escalafon 4 vive en un sótano donde limpia los cubiertos y vegetales que utilizan los doctores del Hospital Urufranco. No escucha nuestra vida, menos la espía: es ciego, padece mutismo y está aturdido por los sonidos de las máquinas de hacer papel. Sin embargo nos intuye y nos ama. Ama lo que intuye. Lo que intuye somos nosotros. Nosotros ni siquiera lo intuímos a él, pero preferimos manifestar nuestro desagrado.
¡qué precioso poema!
(¿así está mejor?)
o ¡tra la la!
u ¡opa opa!
o la más llana, vacua:
hola!
tal vez: amén!